la historia de un taxista

30 octubre 2005


No es una canción de Ricardo Arjona, no, esto sucedió ayer por la mañana al iniciar un sábado muy ocupado. Empezó todo al necesitar un taxi que fue manejado por un sujeto que permanecerá anónimo.

Al inicio su mirada fue común y corriente, pero al darle las señales en español, fue como darle rienda suelta. Nos advirtió que debería tomar una ruta distinta, ya que el camino más corto estaba bloqueado por una protesta. Según él, esta protesta era de los gays, esos gays que quieren que le firmen el papel para poderse casar. Nos contó que él era religioso, nos mostró su Biblia, incluso nos explicó que era por un pasaje de las escrituras por la cual estas personas basaban sus creencias. Ese pasaje de Jonathan, de los dos guerreros en la cual se dice que uno amo al otro. Pero que no fue amor así, él nos dijo, ese era amor de guerreros, de valentía, de hombres. En fin.

Luego nos contó su historia. Era de Ecuador, estudiado de universidad y maestro de matemáticas para los grados 4to, 5to, y 6to en su país. Al intentar trabajar aquí, su diploma fue tirada a un lado y no le sirvió de nada. Intentó estudiar de nuevo, pero no había suficiente dinero, ya que tenía que mantener a su esposa. Su esposa también tenía historia, no le había podido dar hijos, según él. No sólo eso, pero era muy celosa.

Luego se le ofreció un trabajo como tutor en Boston College, entonces le ofrecieron $9 la hora, pero ahora ya gana $15. Lo malo es que es solo part-time y no le es suficiente. Lo malo también es que al salir este taxista anónimo a su trabajo de tutor con su traje y corbata, su esposa se encelaba aun mas. En su empleo se le daba un boleto válido para comer en la cafetería, al lado de todos los estudiantes. A él le gustaba, solo que luego le empezaban a pedir ayuda para matemáticas mientras comía. Una de ellas, a la cual él se refería como La China, no era muy buena para la materia, entonces le ayudaba bastantito. Le ayudo por todos los 3 años en la cual ella fue estudiante. Después de graduada lo invitó a comer, como agradecimiento. Le llamaba por teléfono, tanto que tuvo que cambiar su número del celular. Hasta que fue a dar a su casa donde le confeso que lo quería.

Ahí terminó su historia, llegamos a nuestro destino y el taxista anónimo siguió su camino. No sé si su historia es verdad o cuento, pero me hizo pensar.

En nuestras vidas nos topamos con tanta gente, la mayoría pasa por desapercibido, pero cada una de estas personas tiene su historia y a veces, es bonito escuchar.

4 comentarios:

msegovia dijo...

que buena la historia! pero me dejo con gusto a poco... ubieras seguido con el taxista hasta que termine su historia!
oyee me gustaria leer ese pasaje de la biblia para ver que dice...

Luunn@ dijo...

Como dices no sabes si es verdad la historia, pero lo que es cierto ya con una cantidad de años encima que todas las personas que pasan por nuestras vidas,son importantes todas dejaron algo para aprender quizas nos hicieron llorar, reir,sufrir pero todas contribuyeron a lo que hoy soy como persona.
Es muy lindo leerte Nayeli, espero tengas un buen comienzo de semana
Luunna

Anónimo dijo...

Hola Nayeli una vez más yo, ya había tenido la oportunidad de llagar a tu blog pero hasta apenas hoy le dí lectura a muchos de post y debo decir que me agrada y que lo estaré leyendo y espero estar más en contacto ya que por lo que veo y me doy cuenta te gusta opinar acerca de la vida y es una cosa...que a mi también me encanta. Un saludo del amigo ARGan

RAYDIGON dijo...

Asi es, cada quien tenemos nuestra historia...

Besos