La empresa pesquera

20 agosto 2006

Hace años me topé con la historia que hoy les comparto. Espero la disfruten tanto como yo.

Un consultor gerencial norteamericano visita un pequeño pueblo costero mexicano, y ve llegar a un pescador en un pequeño bote. Traía consigo el resultado de la pesca del día, varios atunes de aleta amarilla. Le felicitó por la calidad de los pescados, y le preguntó cuanto tiempo le tomó en pescarlos.

El pescador le contestó que un par de horas.

El consultor entonces le preguntó por qué no pescó un rato más, para conseguir una pesca más abundante.

El pescador le contestó que con lo que había pescado, era suficiente para cubrir las necesidades inmediatas de su familia.

Curioso, el consultor le pregunta cómo pasa el resto del día.

El pescador le contestó "Me levanto tarde, pesco un rato, juego con mis hijos, duermo la siesta con mi esposa María, luego en la tarde paseo por el pueblo, donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos. Tengo una vida llena y ocupada, Señor".

Sorprendido, el consultor le dice "Soy consultor gerencial, y puedo ayudarle. Usted debería pasar más tiempo pescando, y con lo ganado con los pescados adicionales, se compra un bote de mayor tamaño; con las ganancias generadas con el bote más grande, puede comprar varios botes, y pronto tendrá una flota de botes pesqueros. En lugar de vender sus pescados a un intermediario, le podría entonces vender directo al procesados, y eventualmente distribuirlo usted mismo. Controlaría entonces el producto, el procesamiento, y la distribución".

"Podría entonces mudarse de este pequeño pueblo, y vivir en Ciudad de México, después a Los Angeles, y eventualmente a Nueva York, desde donde manejaría su empresa en crecimiento".

El pescador mexicano, le pregunta "Pero señór, ¿cuanto tiempo tomará eso?".

El consultor le contesta "entre 15 y 20 años".

"Y después de eso, ¿qué?" preguntó el pescador.

Riendo, el consultor le contesta "¡Esa es la mejor parte! En el momento adecuado, su empresa iría a la Bolsa de Valores, y podría vender las acciones publicamente. ¡Usted se haría rico, ganaría millones de dólares!

"¿Millones, señor?" contestó el mexicano "¿y entonces qué pasaría?"

Le contesta el consultor "Entonces usted se retiraría. Se mudaría a un pequeño pueblo costero, donde podría dormir hasta tarde, pescar un rato, jugar con sus hijo, dormir siesta con su esposa, pasear por el pueblo y tomar vino y tocar guitarra con sus amigos".

Un milagrito, San Antonio


El viernes por primera vez tuve la dicha de presenciar un partido de béisbol de los Boston Red Sox contra los Yankees de Nueva York en Fenway Park. Y desafortunadamente, no resulto ser tan emocionante ya que nos vencieron por un montón de carreras. Luego, en la noche nos volvieron a ganar. El sábado, otra vez. Faltan dos partidos más en esta serie, y a ver que tal se porta San Antonio con este tipo de milagros, porque hay que ganar.